Pasados unos años desde la
crisis que generó la fase de crecimiento urbanístico feroz iniciada en torno al
2000, varios municipios del Oeste de Madrid vuelven a la carga sobre el mismo
modelo de “desarrollo” que para
nosotros, resulta contraproducente y ajeno al interés de la mayoría de los
vecinos. La edificación de miles de nuevas casas orientadas a familias con alto
poder adquisitivo e inversores internacionales priva del derecho a la vivienda
a la juventud local y a la mayoría de la clase trabajadora, mientras dispara la
presión por ocupar nuevo suelo agrícola y ganadero, que en la zona donde tuvo
lugar la batalla de Brunete está lleno de evocaciones históricas.
Transformando completamente la esencia de lo que fueron estos pueblos desde su misma fundación, el nuevo impulso urbanístico y especulador que estamos viviendo en Villanueva de la Cañada y Brunete creará un mar de nuevos chalets y edificios bajos. En el caso de La Cañada está previsto alcanzar con ladrillos la carretera a Villanueva del Pardillo y dejar al casco urbano encerrado por una nueva autovía que debe pasar entre este municipio y Quijorna. En Brunete, ya estamos viendo la ampliación del terreno edificado en dirección al río Guadarrama, y solo es el primer paso de la nueva acometida urbanizadora.
En poco tiempo veremos un notable incremento de la población y el tráfico en toda la zona, así como un mayor abandono de las actividades agropecuarias, con lo que seguirá cambiando de forma irreversible la fisonomía de toda la comarca. Para nuestro colectivo, para otras asociaciones amigas y para mucha gente que conocemos, resulta dolorosa la pérdida progresiva del terreno y el paisaje en su estado original, de las evocaciones y de las emociones que inspiran los paisajes de las batallas de la carretera de A Coruña, de Brunete y de los frentes estabilizados del periodo posterior. Tapando estos paisajes con casas se está dejando escapar la posibilidad de un desarrollo alternativo basado en usos más tradicionales del suelo y en las posibilidades de un turismo bélico y cultural que es cada vez más numeroso e internacional, el cual estamos orgullosos de haber contribuido a fomentar.
Frente a este urbanismo de aluvión promovido por los gobiernos autonómico y locales junto a inversores que básicamente buscan su propio lucro, solo nos queda confrontar sentido común y apego a los valores que definen la vida “de pueblo”, fundamentalmente en Villanueva de la Cañada y Brunete, pero también en Las Rozas, Majadahonda, Villanueva del Pardillo, Valdemorillo y Quijorna. A todas sus vecinas y vecinos les pedimos que hagan una reflexión con proyección estratégica, es decir, mirando al futuro de las siguientes décadas imaginando sus vidas en todos los aspectos dentro de uno u otro modelo de municipio. Lo lógico y necesario sería expresar luego sus preferencias por las diferentes vías que permite la democracia, entre ellas la participación vecinal activa y el voto.
En combinación con este grito de alerta contra la desaparición de los paisajes de guerra y de vida tradicional, sobre todo en Brunete y Villanueva de la Cañada, os pedimos prestar vuestra atención a un resto bélico concreto sobre el que sí estamos a tiempo de actuar. En posteriores artículos iremos proponiendo otros más, porque existen muchos en condiciones parecidas.
Queremos exponer la situación actual y las posibilidades que tiene un grupo de fortificaciones republicanas existentes en Villanueva de la Cañada dentro de un espacio que parece destinado a ser pronto urbanizado, en un sector que está entre el nuevo centro comercial de Las Cárcavas y el polígono industrial. Hace unos años trasladamos al gobierno local una iniciativa similar a la que vamos a compartir ahora, siendo desestimada porque quizás, a criterio del alcalde, no era el mejor momento. Tenemos la esperanza de que la puesta en valor de esos restos militares tenga mejor fortuna unos años más tarde, cuando parecen efectivamente protegidos por la Comunidad de Madrid.
En este enlace al artículo que escribimos en junio de 2017 podréis ver lo fundamental del conjunto de obras militares que proponemos excavar y rescatar para la sociedad sin más demoras. Creemos que además quedan bien explicados los antecedentes de esta iniciativa.
El conjunto de fortificaciones del que hablamos es posterior al final de la batalla de Brunete (6 al 26 de julio de 1937) y marcó la posición más adelantada de la 69 división del Ejército popular en Villanueva de la Cañada hasta el mismo final de la guerra. Nosotros la descubrimos en dos fases diferentes, a pesar de constituir una misma estructura defensiva, que abarca unos 100 metros lineales.
Una parte de este conjunto de fortificaciones es visible a simple vista, a pesar de que tiene un perfil bajo y está parcialmente enterrado. Lo forman dos o tres fortines muy próximos entre sí y una cueva reforzada con una bóveda de ladrillo. Todos ellos estuvieron conectados por trincheras. Es el grupo de obras del que hablamos en el enlace anterior. En 2017 propusimos al equipo de gobierno local hacer una actuación arqueológica y educativa para desenterrar esta estructura defensiva mediante el trabajo de un grupo de arqueólogos especializados y de los alumnos de uno o dos de los cursos superiores de bachillerato de los institutos de La Cañada. La respuesta fue negativa, básicamente por falta de fondos, nos dijo el alcalde.
La otra parte del conjunto defensivo, inmediata por el Oeste de la primera, se intuye por propia lógica y además aparece nítidamente en fotografías aéreas de 1938 y 1939 que obtuvimos en el Centro Cartográfico y Fotográfico del Ejército del Aire, de la base de Cuatro Vientos. Está formada por otro fortín, por trincheras de buena construcción y por varios refugios excavados a retaguardia de estas. Todas esas obras, tras su abandono al final de la guerra, se fueron deteriorando y quedando enterradas progresivamente hasta resultar completamente invisibles. El año pasado, el Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada, posiblemente a instancia de la Dirección General de Patrimonio y Cultura de la Comunidad de Madrid, realizó una prospección arqueológica (no una excavación a fondo) que puso a la vista de todos este conjunto defensivo durante un breve plazo, para luego volver a cubrirlo. Por lo que hemos averiguado, la idea era verificar de forma preliminar la existencia de los restos. En caso de que se fuera a urbanizar el sector, habría primero que llevar adelante su excavación completa y en su caso, valorar qué hacer con ellos. Lo que nos preocupa es que justo por encima del grupo “Oeste” de fortificaciones parece estar prevista una calle.
Es decir, tenemos el riesgo de que parte de estos restos puedan ser correctamente excavados, pero luego “preservados” poniéndoles encima una capa de asfalto durante cientos de años, o de que permanezcan en el olvido si no se activa la urbanización del sector, lo que agravará su deterioro, que ya es visible. Ante esta disyuntiva, proponemos cambiar el enfoque.
Desde Brunete en la Memoria consideramos necesario y viable recuperar el total de los restos defensivos mencionados y la creación de una zona sin edificar suficientemente amplia en torno a ellos. Son, entre otras cosas, las edificaciones más antiguas que se conservan en Villanueva de la Cañada y testigos directos del conflicto que puso a esta zona de Madrid y al propio municipio en primera línea de fuego a finales de octubre y mediados de diciembre de 1936, en julio de 1937 y el 13 de enero de 1939. Tienen además la particularidad de tener llamativamente cerca un fortín del Ejército franquista, con lo que la “tierra de nadie” resultaba particularmente estrecha en ese punto. El 25 de julio de 1937, el coche que trajo a Gerda Taro al frente de batalla horas antes de que la Legión Cóndor arrasara con toda capacidad de resistencia republicana en torno al cementerio de Brunete, quedó aparcado a escasos centenares de metros de este punto, permaneciendo allí hasta el final de la guerra. Así, cuando los ingenieros republicanos construyeron esta posición en la segunda mitad de 1937, podían ver, aunque no acercarse, al coche de esta fotoperiodista alemana, referente de la causa republicana y anti nazi.
Nuestra intención es sumar voluntades y esfuerzos para trasladar a Patrimonio de la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada una solicitud colectiva en favor de garantizar la integridad y la recuperación de todos los restos bélicos aludidos, independientemente de que se urbanice o no el sector en el que están situados.
Para empezar a articular esta iniciativa, el medio de contacto que os proponemos es el correo evcos37@yahoo.es
Un saludo cordial de Brunete
en la Memoria



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